DESDE EL VATICANO

El Vaticano de noche
El Vaticano de noche

El Adiós Final del Papa Emérito Benedicto XVI. Ha Fallecido el

Pontífice Alemán

 

El Papa emérito, Benedicto XVI, ha muerto hoy 31 de diciembre de 2022 en el monasterio de la Ciudad del Vaticano,

donde residía desde su renuncia al Papado en febrero de 2013

 

Los ojos de todo el mundo llevan horas apuntando a uno de los territorios soberanos más pequeños del planeta, incrustado en el corazón de Roma. Sus apenas 44 hectáreas, sin embargo, son la sede de la diplomacia más antigua y más influyente de la tierra. La plácida rutina del Estado Vaticano se ha roto de pronto por el sobrio sonido de una de las campanas de la basílica de San Pedro. Un tañido esperado -y temido- desde que la Santa Sede alertó sobre el estado de salud del ahora difunto. Su sonido lo imita otra, allá por la Via della Conciliazione, y otra en el Trastevere... Todas las campanas de Roma y a la zaga todas las del mundo católico están tocando ya a muerte. Su sonido sustituye al del latir del corazón de Benedicto XVI, nacido Joseph Aloisius Ratzinger, el 265º Papa de la Iglesia católica, que ha dejado de palpitar a sus 95 años. En febrero se habría cumplido una década desde la histórica renuncia al papado de Benedicto XVI, tras ocho años de pontificado.

 

Es precisamente esa excepcionalidad la que mantiene abierta todas las opciones sobre cómo se oficiarán la exequias de Benedicto y qué ocurrirá a partir de este momento. No hay precedentes: Benedicto XVI es el primer Papa que renuncia a su cargo al frente de la Iglesia de forma voluntaria desde que lo hiciera Celestino V en 1294. El ritual Pontificio recoge minuciosamente cada uno de los detalles que han de ser tenidos en cuenta ante la muerte del sucesor de Pedro y durante el periodo de sede vacante, cuando la Iglesia queda en manos del camarlengo, el cardenal que actuará como jefe de Estado del Vaticano hasta la elección de un nuevo Papa, aunque con funciones meramente instrumentales. En esta ocasión, el Papa ha muerto... pero el Papa sigue vivo. Francisco, el primero en levantar la voz de alerta sobre el delicado momento que estaba viviendo Benedicto XVI en las últimas horas, es el Pontífice en ejercicio. No habrá Cónclave. No hay sede vacante.

 

UN FUNERAL "SOLEMNE PERO SOBRIO"

 

Será el Papa Francisco quien presidirá el 5 de enero el funeral de su predecesor Benedicto XVI, anunció el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Por primera vez, un Papa reinante, el argentino Francisco, va a enterrar a otro papa, Benedicto XVI. Bruni también informó de que la despedida a Benedicto será "solemne pero sobria", por expreso deseo del difunto.

 

Los cardenales de todo el mundo serán convocados para celebrar eucaristías por su descanso eterno durante nueve días. Su cuerpo será expuesto mañana y durante tres días en la basílica de San Pedro para que los fieles puedan despedirse del difunto, mientras se prepara el entierro solemne de sus restos mortales. Durante ese tiempo, el cadáver del Pontífice permanecerá a la vista de todos, sobre un sobrio tapiz, con vestiduras litúrgicas. Sólo unas horas antes de su inhumación será colocado en tres ataúdes, cada uno dentro de otro: el exterior, de madera de olmo; el de en medio, de plomo; y el interior, de madera de ciprés. Un espacio de la cripta ubicada junto a las catacumbas de San Pedro está ya reservado para acoger el cuerpo de Benedicto XVI, a no ser que éste, de forma privada, haya dado instrucciones para ser enterrado en otro lugar.

 

El ruido de la pesada losa sellando la tumba excavada en el terreno que ocupa la gran necrópolis romana sobre la que se asienta el Vaticano dará el pistoletazo de salida a críticos de todo el mundo que competirán por ajustar el más fino análisis sobre el alcance de la obra desarrollada por Benedicto XVI.

 

Desde el punto de vista científico, el Papa difunto deja uno de los corpus teológicos más completos y extensos de los últimos siglos. Fueron mayoría quienes percibieron en su obra un paulatino escoramiento hacia las posturas más conservadoras de la Teología.

 

Cuestionado al respecto por quienes en otros momentos fueron sus compañeros de estudio y de docencia, el todavía cardenal Ratzinger insistía en la necesidad de dotar a la Iglesia de un cuerpo de doctrina sólido, que sirviera de fundamento para indagaciones de todo tipo y sensibilidad en un futuro, pero sin alterar lo que consideraba el depósito de la fe. Su trabajo al frente de la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe (considerada de manera trivial el organismo sustituto de la Inquisición) le granjeó el apodo de bulldog alemán de la ortodoxia y fustigador de las nuevas corrientes teológicas y pastorales que iban surgiendo en la Iglesia católica.

La mayor parte de ellas tan populares como efímeras.

 

Más allá de esas sentencias sobre doctrinas y publicaciones que habría de emitir como máximo responsable de la oficina vaticana, de su propia literatura se desprende, sin embargo, una manera de afrontar los temas claves del cristianismo con una perspectiva profundamente ecuménica, buscando el encuentro entre sensibilidades. Eso sí, con mayor predisposición a ser magnánimo con las corrientes consideradas tradicionalistas que con aquellas más cercanas a la heterodoxia de izquierdas.

 

Jesucristo como centro de la historia y de la vida de cada ser humano, y el empeño en consolidar el diálogo entre la fe y la razón son los grandes ejes vertebradores de una literatura de dimensiones y temática enciclopédicas, con vocación de ejercer su influencia en cualquier creación teológica de siglos venideros.

 

 

En el terreno pastoral y organizativo de la comunidad, el 11 de febrero de 2013 marca un antes y un después en la historia contemporánea de la Iglesia católica y en su futuro devenir. Consciente del alcance de los casos de pederastia cometidos en el seno de la institución; sin el apoyo de parte de la Curia, que desde una presunta ortodoxia pretendía consolidar las posturas más inmovilistas; informado sobre la opacidad en cuestiones económicas del Vaticano... sabedor de que sus fuerzas «ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino», Benedicto XVI toma la histórica decisión de renunciar al gobierno de la Iglesia. La postura, alabada y denigrada por igual en su momento, abrió las puertas a decisiones similares en contra de la caduca práctica de permanecer en el cargo aún cuando no se ejerciera el gobierno de forma efectiva por falta de capacidades físicas o mentales incluso durante años.

 

"Con libertad renuncio al ministerio de obispo de Roma", fue el rotundo mensaje con el que abría una nueva etapa en la forma de entender el ejercicio de la autoridad.

 

Atardece en Roma y el Portón de Bronce, uno de los más icónicos enclaves del Vaticano, puerta de entrada a los palacios, está abierto sólo hasta la mitad en señal de duelo. Miles de personas se congregan ya en la plaza de san Pedro para ser testigos de un momento único en la historia: cómo se inician los preparativos para que un Papa presida las exequias de otro Papa. Nunca antes visto.


 El Vaticano sumido en una Profunda Crisis de Corrupción e Inacción

del Sumo Pontífice al no Sanear a la Santa Sede

 

Las diferentes facciones de la Santa Sede ajustan cuentas a plena luz del día por las intrigas alrededor de las finanzas y del

poderoso cardenal Becciu, desposeído por el Papa de sus derechos como purpurado

 

El Vaticano ha convertido sus últimos escándalos en un auténtico reality show protagonizado por cardenales, tiburones financieros y misteriosas damas que juegan a los espías y gastan miles de euros de la Santa Sede destinados a ayudas a países en desarrollo en artículos de lujo. En el centro de la intriga se encuentra esta vez el cardenal Giovanni Angelo Becciu, quien fuera uno de los hombres más poderosos del Vaticano —estaba en todas las quinielas para el próximo cónclave— y custodio de gran parte de los secretos de la milenaria institución.

 

Son ahora sus miserias las que están saliendo a la luz en una cacería a tumba abierta: nepotismo, un presunto soborno a un grupo de víctimas para que acusasen a un cardenal rival de abusos a menores, malversación… Pero el ventilador se ha activado y Becciu no es cualquier prelado. Nadie sabe cómo puede acabar una investigación y un violento fuego cruzado que amenaza con dejar en papel mojado el proceso de intrigas y corrupción, conocido como Vatileaks, que terminó costando la dimisión del anterior pontífice, Benedicto XVI.

 

Los cuervos han vuelto al Vaticano y sobrevuelan esta vez alrededor de la birreta roja de Giovanni Angelo Becciu (Pattada, 72 años), quien fue sustituto de la Secretaría de Estado en tiempos de Ratzinger y sobrevivió a la purga de Francisco a su llegada. Un cargo de enorme relevancia -equivalente al número 3 en la jerarquía- que se ocupa del funcionamiento de la sala de máquinas del Vaticano y que da acceso a todos los secretos de la Santa Sede. Francisco liquidó a su llegada en 2013 al número uno de ese departamento, el polémico secretario de Estado de Benedicto XVI, Tarcisio Bertone (que entre otras cosas se construyó un ático de 700 metros cuadrados en 2014 que se pagó con fondos de un hospital infantil), y a parte de su entorno. Todos ellos quedaron señalados como causantes de parte de los escándalos; Ratzinger llegó a calificarlos como “lobos”. Pero Becciu, de una finura y sutileza muy por encima de la media, exquisito fontanero de la Santa Sede, sobrevivió como número dos de la Secretaría de Estado y se convirtió en una de las personas de máxima confianza de Francisco. “Era el único que le decía las cosas tal y como eran. Y el Papa confiaba mucho en él”, señala una fuente vaticana que trató mucho con ambos.

 

Becciu se ocupó desde 2013 a 2018 de los asuntos más delicados de la Secretaría de Estado y lidió con los mayores escándalos del siglo XX, incluida la histórica renuncia de Benedicto XVI. Preparado, listo, rápido y con un sentido político extremadamente flexible entrenado en distintas nunciaturas, creó una legión de fieles intramuros que siguen defendiéndole en privado. Pero también se granjeó grandes enemigos que esperaban una oportunidad como esta para la vendetta final. Becciu controló las cuentas, impidió que algunos husmearan demasiado cuando no le convino -como el auditor Libero Milone, ex presidente de Deloitte contratado por Francisco para poner orden en las finanzas y despedido en extrañas circunstancias- y cuidó con celo la comunicación vaticana desde la Secretaría de Estado. Pero Francisco lo relevó en 2018 antes de convertirlo en cardenal —nombró en su lugar al venezolano Edgar Peña Parra— y lo situó como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Una suerte de patada hacia arriba que le restaba poder, pero le mantenía con posibilidades de ser objeto de deseo de la divina providencia en el siguiente cónclave. Y es que en la curia romana muchos consideran que el próximo Papa, después de más de 40 años, debería ser italiano (el último fue Juan Pablo I, muerto en extrañas circunstancias en 1978, tras 33 días de papado. Becciu era uno de los mejores situados hasta que comenzaron los escándalos.

 

El primer problema llegó cuando el año pasado se conoció su intervención en la compraventa de un inmueble en Sloane Square, el barrio londinense de Chelsea. La Secretaría de Estado autorizó en 2013 la inversión en un fondo que poseía un edificio que había sido sede de los grandes almacenes Harrod’s, pero el entramado financiero obligó a lo largo de los años a ampliar el capital para no perder lo invertido. La suma llegó hasta los 300 millones de euros, un incremento que el Banco del Vaticano —otro de los órganos en guerra con la vieja Secretaría de Estado— tuvo que autorizar y denunció cuando saltaron las alarmas de un posible blanqueo de capitales. Fuentes cercanas a Becciu explican que el cardenal siempre obró de buena fe para que los ahorros de la Santa Sede tuvieran un rendimiento. Cayó el jefe de la Gendarmería, el histórico Domenico Giani, que había cuidado las espaldas de tres papas. También cinco de sus colaboradores más estrechos fueron detenidos y despedidos fulminantemente sin esperar un juicio. Uno de ellos, monseñor Alberto Perlasca, decidió colaborar con la justicia del Vaticano y ha empezado a revelar presuntas operaciones corruptas de quien fuera su jefe. De esta fuente emanan los nuevos escándalos.

 

La llamada al orden del Papa a Becciu se produjo el 24 de septiembre por motivos hasta entonces desconocidos. El Papa le pidió explicaciones en una audiencia de alta tensión, pero no quedó convencido y le pidió que renunciase a los derechos cardenalicios —algo solo sucedido tres veces en 120 años— y a la titularidad de su dicasterio. Según las revelaciones, presuntamente hechas por sus colaboradores, el purpurado había favorecido a varios hermanos encargando trabajos en las nunciaturas de las que fue responsable (en Angola y Cuba) y autorizando la transferencia de unos 100.000 euros a la cooperativa de uno de sus hermanos. Según la versión del purpurado, el dinero fue entregado por una urgencia, pero todavía sigue en la caja de la ONG. El departamento de comunicación de la Santa Sede no dio ni una sola explicación y esperó a que los cuervos, con las debidas filtraciones, devorasen al prelado.

 

Posible soborno

 

Los motivos reales, sin embargo, iban más allá de lo relatado. El martes por la noche, bajo un mandato de arresto internacional coordinado por Interpol, fue detenida la ya conocida en los medios italianos como “dama del cardenal”. Se trata de Cecilia Marogna, de 39 años y titular de una agencia de inteligencia con sede en Eslovenia a quien Becciu había contratado y transferido hasta 500.000 euros para supuestas misiones de diplomacia e inteligencia. Parte de ese dinero, ha reconocido ella misma, fue utilizado para comprar artículos de lujo: 12.000 euros para un sillón de la marca Frau; 2.200 euros en productos de Prada, 1.400 en Tod’s u 8.000 en Chanel. “Tal vez el bolso era para la esposa de un amigo nigeriano que podía hablar con el presidente de Burkina Faso”, se defendió ella. En el diario Domani, Marogna aseguró también que parte de ese dinero eran sus honorarios y que los gastó como quiso: “Yo no soy una misionera, no trabajo gratis”.

 

La virulenta caza de Becciu no ha terminado. Sus viejos rivales, como el cesado prefecto para la Comunicación, monseñor Dario Viganó, celebraron sin rubor su caída en un comunicado. Otros, como el cardenal George Pell, a quien el Papa había encargado la reforma de las finanzas vaticanas y que siempre consideró que el prelado sardo obstaculizaba su misión, lanzaron la artillería pesada.

 

El cardenal australiano, a través de su abogado, ha pedido que se investigue el presunto envío de fondos desde el Vaticano para comprar la voluntad de algunos de los testigos que le acusaron de abusos a menores y que provocaron su encarcelamiento durante más de un año (al final fue absuelto). Becciu, por supuesto, lo ha negado. Pero se trata de una vuelta de tuerca más a las encarnizadas luchas de poder en el Vaticano, que si se confirmase, sentaría un precedente jamás visto en una institución que ha asistido a todo tipo de conspiraciones, presuntos asesinatos y que, 40 años después, incluso sigue buscando los huesos de una niña desaparecida dentro de sus muros.


¿Era el Papa Pío XII Nazi? El Vaticano abrirá prontamente, los Archivos Secretos que

lo Relacionan con

el Tercer Reich

 

¿Fue Pío XII cómplice de Hitler o por el contrario, como sostienen teorías más recientes, trabajó de forma discreta para salvar la vida de millones de judíos asediados durante la ocupación de Roma?

 

A partir del próximo 2 de marzo, el Vaticano hará pública la documentación relativa al Pontificado de Pío XII (1939-1958) conservada en el conocido como Archivo Secreto Vaticano, que hace unos meses cambió su nombre para pasar a denominarse simplemente Archivo Apostólico. 16 millones de documentos que permitirán esclarecer la relación de Pío XII con la Alemania nazi y su cuestionado papel durante la Segunda Guerra Mundial.

 

"La Iglesia no tiene miedo de la Historia. Al contrario, la ama". Con esta frase, el Papa Francisco anunció hace justo un año la decisión de abrir para su consulta a historiadores y expertos la información en poder de la Santa Sede desde 1939, cuando Pío XII inició su pontificado, hasta su muerte por una insuficiencia cardiaca en la residencia estival de Castel Gandolfo en 1958. Han sido necesarios 14 años de trabajo y la colaboración de unas 70 personas -entre funcionarios y colaboradores-- para poder ordenar casi dos décadas de información hasta ahora reservada.

 

Documentos pertenecientes a la Secretaría de Estado, informes diplomáticos, religiosos y políticos elaborados por las nunciaturas de la Santa Sede alrededor del mundo, las congregaciones de la Curia y otros organismos del Vaticano ordenados a lo largo de 85 kilómetros de estanterías en el corazón del Vaticano, permitirán arrojar algo de luz a uno de los períodos más oscuros de la historia de la Iglesia católica. "Ahora será el trabajo de los historiadores ver los documentos de manera honesta y crítica y compararlos con diferentes fuentes", defendió el obispo Sergio Pagano, responsable del Archivo Apostólico Vaticano, durante su presentación ayer a la prensa.

 

Pío XII vivió con preocupación el ascenso del nazismo durante su etapa como nuncio en Alemania y, más tarde, como secretario de Estado del Vaticano para Asuntos Exteriores, según coinciden en señalar sus biógrafos. En cambio, una vez elegido Papa en 1939, el pontífice evitó condenar públicamente los crímenes del nazismo y las deportaciones masivas de judíos. Miró para otro lado

-aseguran sus críticos-- incluso cuando a pocos metros del Vaticano, en el barrio hebreo de la capital italiana, más de 1.000 judíos fueron arrestados y deportados al campo de concentración de Auschwitz del que sólo 17 regresaron con vida. Desde hace algunos años, sin embargo, los expertos están divididos y algunos historiadores defienden que la Iglesia católica, con el pontífice romano a la cabeza, ayudó a escapar de la persecución nazi a miles de judíos, escondiéndoles en parroquias o facilitándoles documentación falsa.

 

Su posible complicidad con la Alemania de Hitler ha empañado casi dos décadas de pontificado y frenado su canonización. En 2009 Benedicto XVI dio el primer paso hacia su beatificación declarando a Pacelli "venerable". Sin embargo, la causa permanece desde entonces parada en espera, probablemente, de que se ponga fin a las controversias que rodean su pontificado.

 

El sacerdote Alejandro Cifres Giménez, responsable de los archivos relativos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, aseguró que el departamento vaticano que se encarga de estos procesos ya posee toda la información sobre Pío XII, pero quizá, reconoce, "no es oportuno canonizar a una persona sobre la que pesan grandes polémicas". La publicación de los archivos permitirá, según el archivero español, descubrir la "enorme renovación" que supuso la figura de Pacelli y su "influencia" en el Concilio Vaticano II.

 

El proceso de clasificación de los archivos del pontificado de Pío XII comenzó en 2006, cuando se abrieron los documentos relativos a su predecesor, Pío XI. Entonces ya fueron hechos públicos documentos relativos a la II República o la Guerra Civil española. Con la apertura de los archivos a partir de 1939 será posible conocer la comunicación entre el Vaticano y la nunciatura apostólica en España durante los primeros años de la dictadura franquista, según confirmó a MIRROR Magazine el archivista Luca Carboni, responsable de la documentación relativa a las representaciones diplomáticas del Vaticano en el extranjero.


El Papa Elimina el Secreto Pontificio para los Casos de Abuso Sexual

 

En el día de su 83 cumpleaños, el Papa Francisco introduce una reforma histórica con el objetivo de dar más transparencia a los procesos por abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia, respondiendo así a una demanda de la víctimas de pederastia. El Pontífice ha aprobado la eliminación del secreto pontificio ante "las denuncias, los procesos y las sentencias" relacionadas con los delitos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables. Además, la justicia civil de cualquier país podrá tener acceso a los registros de los procesos canónicos.

 

Así lo recoge un documento difundido por la oficina de prensa del Vaticano, en el que el Papa Francisco introduce nuevas instrucciones sobre la confidencialidad de las causas relacionadas con la pederastia en el seno de la Iglesia. El documento establece que "no puede imponerse ningún vínculo de silencio con respecto a los hechos encausados ni al denunciante ni a la persona que afirma haber sido perjudicada ni a los testigos".

 

Además de la eliminación del secreto pontificio para estos delitos, la principal novedad es que a partir de ahora los magistrados instructores de cualquier país podrán tener acceso a las denuncias, testimonios y documentos procesales relacionados con casos de abusos conservados en los archivos de los distintos departamentos del Vaticano o de las diócesis y que hasta ahora estaban protegidos por el secreto pontificio. Una reivindicación histórica de las víctimas así como de algunas conferencias episcopales, que el Papa Francisco ya había mencionado con anterioridad, pero a la que ahora se une la eliminación del secreto pontificio para estos casos.

Las nuevas disposiciones no modifican ni el secreto de confesión, que permanece intacto también para este tipo de delitos, ni el secreto de oficio, fundamental en cualquier orden jurídico, pero puntualiza que este último no podrá obstaculizar "el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cada lugar por la legislación estatal, incluidas las eventuales obligaciones de denuncia, así como dar curso a las resoluciones ejecutivas de las autoridades judiciales civiles".

 

Respecto al secreto de confesión, el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, el español Juan Ignacio Arrieta, defiende que "la instrucción no colisiona con el deber absoluto de observar el sigilo sacramental, una obligación impuesta al sacerdote en razón del lugar que ocupa en la administración del sacramento de la confesión, y de la cual ni siquiera el penitente mismo podría librarse".

 

La normativa, que entrará en vigor inmediatamente, endurece además algunas normas sobre los casos de pederastia y establece como delito la "adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo", y no sólo de los menores de 14 años como hasta ahora.

 

La histórica cumbre contra la pederastia, que en febrero reunió en el Vaticano a los principales jerarcas de la Iglesia católica, fue una decepción para muchas víctimas, que esperaban de la reunión respuestas concretas a sus demandas. La primera respuesta concreta llegó en mayo. Entonces Francisco aprobó un documento en forma de 'motu proprio' (una suerte de decreto ley) llamado 'Vos estis lux mundo' (Vosotros sois la luz del mundo) con el que obligaba a todos los miembros del clero a denunciar cualquier caso de abuso sexual y de encubrimiento por parte de los obispos. El documento publicado este martes continúa el camino hacia la transparencia y la tolerancia cero iniciado entonces y que tantas veces ha invocado el Pontífice.

 

La eliminación del secreto pontificio sobre los casos de abusos a menores por parte de miembros del clero era una de las reclamaciones más repetidas por las víctimas, ya que consideran que el rechazo de la Iglesia católica a hacer públicos sus archivos protege a los verdugos. Y no sólo de las víctimas. El cardenal Sean Patrick O'Malley, presidente de la Comisión para la Protección de Menores creada por el Papa Francisco, y el jefe de los obispos alemanes, el cardenal Reinhard Marx, también defendieron durante la cumbre de febrero la revisión del concepto del secreto pontificio para estos casos.

 

Las denuncias y los datos relativos a las acusaciones de pederastia dentro de la Iglesia están en su mayoría en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano anteriormente conocido como Santo Oficio, que actualmente dirige el español Luis Ladaria Ferrer. Sin embargo, este departamento vaticano no siempre ha actuado en el pasado con la transparencia y celeridad que exigen estos casos.

 

Monseñor Charles Scicluna, secretario adjunto de este departamento y uno de los mayores expertos vaticanos en la investigación de estos delitos, ha explicado en una entrevista con 'Vatican News' que la eliminación del secreto pontificio permitirá, entre otras cosas, que las víctimas conozcan la sentencia que siguió a su denuncia, algo que hasta ahora no ocurría. "También otras comunicaciones eran obstaculizadas, porque el secreto pontificio es un secreto del más alto nivel en el sistema de confidencialidad del Derecho Canónico. Ahora también se facilita la posibilidad de salvaguardar a la comunidad y de decir el resultado de una sentencia". Para Scicluna, se trata de "una decisión histórica" que llega "en el momento justo".


Exembajador del Vaticano Acusa al Papa de "Mentir Descaradamente"

Un crítico de larga data del Vaticano rompió meses de silencio el lunes acusando al papa Francisco de "mentir descaradamente", al negar tener conocimiento de las acusaciones de abuso sexual contra un cardenal estadounidense ahora destituido.

 

Carlo Maria Vigano, un exarzobispo que fue embajador del Vaticano en Estados Uindos, dijo a The Washington Post en una serie de correos electrónicos que Francisco y su predecesor, Benedicto XVI, deben aclarar lo que sabían sobre los presuntos abusos cometidos durante décadas por el excardenal Theodore McCarrick.

 

Es "inmensamente triste" que Francisco "mintiera descaradamente a todo el mundo para encubrir sus malas acciones" en la supuesta protección de McCarrick, sostuvo, y reiteró afirmaciones anteriores de que advirtió al papa en 2013 sobre McCarrick.

 

"¿Cómo podría alguien, especialmente un papa, olvidar esto?", se preguntó, según el Post.

 

Vigano, un conservador católico que ha sacudido al Vaticano durante años con acusaciones de corrupción y abuso en los más altos niveles, desapareció en agosto pasado después de lanzar un mensaje de 11 páginas de ataques contra Francisco y Benedicto XVI sobre McCarrick.

 

En esa carta, dijo que advirtió a los líderes de la iglesia en 2006 sobre denuncias que involucraban a McCarrick en casos de conducta sexual inapropiada y abuso con seminaristas varones a lo largo de décadas. Las acusaciones solo se hicieron públicas en 2018.

 

También escribió sobre "redes homosexuales" profundamente arraigadas que "estrangulan a toda la iglesia".

 

Vigano, quien está respaldado por una facción eclesiástica ultraconservadora de Estados Unidos, pidió que el papa renunciara por su supuesto silencio.

 

Francisco rechazó las críticas, y negó que estuviera al tanto de las transgresiones cometidas por el poderoso McCarrick.

 

Vigano, de 78 años, cuyas acusaciones de corrupción en el Vaticano en 2012 desataron el escándalo de "Vatileaks", no reveló al Post dónde vive desde que se retiró de la iglesia.

 

Dijo que su vida "es bastante normal", sin proporcionar ningún detalle. Pero defendió su carta de agosto.

 

"Mi silencio me haría cómplice de los abusadores y provocaría más víctimas", señaló.

 

"Los resultados de una investigación honesta serían desastrosos para el papado actual", agregó.


Relatos de Monjas Sacuden Nuevamente al

Vaticano 

 

Abusos sexuales, machismo, monjas que son tratadas casi como criadas del obispo o sacerdote de turno... Las mujeres dicen basta y alzan su voz contra la "cultura del silencio" dentro de la Iglesia católica. Las últimas en lanzar la señal de alarma fueron las más de medio millón de religiosas representadas por la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG), que recientemente expresaron su "profunda tristeza e indignación por las formas de abuso que prevalecen en la Iglesia".

 

Una denuncia que esta semana reconoció por primera vez el papa Francisco. Durante el vuelo de regreso de su histórico viaje a Emiratos Árabes Unidos, Bergoglio admitió que los abusos sexuales y de poder a religiosas dentro de la Iglesia existen y "vienen de lejos". "Es verdad. Dentro de la Iglesia ha habido sacerdotes y obispos que han hecho eso. Y yo creo que todavía se hace", señaló el pontífice. "Desde hace tiempo estamos trabajando en esto. Hemos suspendido a algunos clérigos [...] ¿Hay qué hacer algo más? Sí. ¿Tenemos la voluntad? Sí. Pero es un camino que viene de lejos".

 

Una realidad silenciada durante mucho tiempo que quedó reflejada en un reportaje publicado hace unos meses en el suplemento femenino del Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano, en el que varias religiosas denunciaban de forma anónima la explotación laboral y el menosprecio que sufrían por parte de obispos, cardenales o sacerdotes a los que atienden prácticamente gratis sin poder ni siquiera sentarse en la misma mesa que sirven. El artículo tuvo mucha repercusión, reconoce la periodista Lucetta Scaraffia, que recuerda cómo varias monjas se acercaron hasta la redacción para darles las gracias.

 

Scaraffia, con un pasado de no creyente, dirige desde 2012 'Mujeres, Iglesia, Mundo', la primera publicación vaticana dedicada a escuchar la voz de las mujeres. La intelectual italiana, una de las más respetadas dentro del Vaticano, denuncia que existen "muchos casos" de monjas que han sufrido abusos laborales y sexuales por parte de sus superiores. "Es un problema muy grave, no sólo porque se trata de religiosas, sino porque a menudo a la violencia le sigue el aborto", asegura.

 

"La condición de las mujeres dentro de la Iglesia refleja la condición de las mujeres en la sociedad civil", afirma por su parte la teóloga Marinella Perroni, que celebra el esfuerzo de muchas consagradas que están trabajando para que "la Iglesia se convierta en expresión de libertad femenina y no de marginación y subordinación". Como la socióloga Paola Lazzarini, impulsora junto a una treintena de 'colegas' de un manifiesto con el que reclaman que las mujeres dentro de la Iglesia católica puedan ser interlocutoras y no sólo obedecer sin rechistar. "El papel de madre protectora no es el único que puede ocupar una mujer", reivindica.

 

Después de cinco años formando parte de una pequeña congregación en el norte de Italia, Lazzarini colgó los hábitos harta del "autoritarismo" que impedía a los miembros de la comunidad "desarrollar su propia potencialidad". Ahora, con 42 años, casada y con un hijo, denuncia que dentro de la Iglesia "muchas mujeres experimentan abusos" de todo tipo. Un problema que se solucionaría dándoles mayor "visibilidad", escuchándolas. "Los sacerdotes tienen miedo, no están preparados ni saben relacionarse con mujeres que no sean simples ejecutoras de sus órdenes. Creen que lo único que queremos es ser curas, como si fuera una tragedia, cuando probablemente sería la salvación...", sugiere.

 

Un ejemplo de esa invisibilidad fue el Sínodo sobre los Jóvenes celebrado en octubre en el Vaticano. El documento final recomendaba una mayor "presencia femenina en los órganos eclesiales a todos los niveles". Sin embargo ninguna de las más de 30 mujeres que participaron en los trabajos de la asamblea tuvo derecho a voto, que estuvo reservado a los padres sinodales (cardenales y obispos, principalmente). Una petición online para que las participantes pudieran votar consiguió más de 7.000 firmas en pocos días pero no obtuvo resultados. "Creo que la presencia de las mujeres es clara, las escuchamos. Pero Jesús eligió a apóstoles hombres", respondió ante las críticas el obispo holandés Everardus Johannes de Jong.

 

"¿Y entones María Magdalena quién era?", dice indignada Marinella Perroni recordando las palabras del obispo. "El verdadero problema dentro de la Iglesia son los hombres no las mujeres. Es el papel de los hombres lo que está haciendo agua por todas partes", sostiene la teóloga.

 

En 2016 el papa Francisco convocó una comisión para estudiar el rol que cumplían las mujeres diáconos en los primeros años del cristianismo. Una decisión que fue interpretada como una posible apertura al diaconado femenino, el primer nivel de la ordenación sacerdotal que permite celebrar bautismos y matrimonios. En la actualidad pueden acceder sólo los hombres pero se sabe que en el pasado también existieron diaconisas. Los resultados de la comisión ya están en manos del Papa pero hasta el momento el Pontífice no ha comunicado ninguna decisión. Y puede que no lo haga nunca porque, como señala Paola Lazzarini, "si se acepta a las mujeres diácono, al menos a nivel teórico podría haber mujeres sacerdotes".

 

Marinella Perroni cree que la cuestión está mal planteada. "No existe un diaconado femenino sino un único diaconado ejercitado por hombres y por mujeres. Es necesario repensar los ministerios. Si las mujeres no tienen acceso al sacerdocio todo lo demás son solamente palabras".Pero más allá de la admisión al diaconado, el problema que señalan las mujeres de la Iglesia católica es la insuficiente presencia femenina en los procesos de toma de decisión, que no tiene porqué significar el acceso al sacerdocio. "Si las mujeres pudieran ser cardenales sin tener que ser ordenadas sacerdotes podrían participar en la elección del papa y en las reuniones importantes", defiende Lucetta Scaraffia. Para la periodista -contraria al sacerdocio femenino- una mayor representación de las mujeres en puestos de responsabilidad no sólo es justa sino que permitiría reducir los abusos sexuales dentro de la Iglesia porque "sus denuncias ayudarían a hacer limpieza de la complicidad clerical masculina".

 

Una tesis que apoya también Lazzarini. "Y no porque las mujeres sean más sensibles, basta pensar en los casos de Irlanda, sino porque haría saltar por los aires este corporativismo". "Necesitamos que las mujeres entren en los procesos decisionales y eclesiales con plena autoridad", insiste la ex monja. "Esperamos que el papa Francisco abra al menos una brecha. Estamos cansadas de las palabras, queremos hechos".


Popularidad del Papa Francisco Cae en Picada

 

Francisco iniciará en marzo el séptimo año de su pontificado. Imposible saber lo largo que será ni si, como sugirió a su llegada, el Papa seguirá el camino de su predecesor renunciando al cargo antes que el propio cargo renuncie a él. Pero la madurez de su mandato, con 82 años y seis en la silla de Pedro, parece alcanzada con creces. Acosado por los escándalos de abusos, una reforma que no termina de despegar y las encarnizadas luchas internas, 2019 será un año difícil que determinará su herencia.

 

La situación en el Vaticano es delicada, señala la mayoría de fuentes consultadas. “Hay muchos frentes abiertos”, matiza un miembro de la curia que ha despachado con el Papa en los últimos meses. Nadie recuerda una oposición tan fuerte a un Pontífice desde el sector conservador. En algunos ambientes de la curia, a menudo distante con este Papa, piensan ya más allá y juegan a las quinielas.

 

El gran reformador, como lo definió su biógrafo, Austen Ivereigh, sigue sin sacar adelante cuatro de las grandes transformaciones que anunció a su llegada: las finanzas, la reforma de la curia, la comunicación y la lucha contra la pederastia. Ha habido un sinfín de cambios en los dicasterios, pero tras seis años, es difícil encontrar un relato unitario más allá del valioso acercamiento a los pobres y a los migrantes, que le ha convertido en un importante actor político frente a las embestidas del populismo de Donald Trump o Matteo Salvini.

 

La rigidez de las estructuras no va con el Papa, hombre espontáneo, y el equipo cambia. Francisco ha asistido a importantes dimisiones (sus dos portavoces se fueron hace 15 días) y elecciones equivocadas (el ministro de Finanzas, George Pell, condenado por abusos).

 

El Papa quiso ampliar el espectro de la Iglesia. Y en algunos aspectos, como la histórica apertura a China de 2018 —que deberá consolidar ahora— o la internacionalización del colegio cardenalicio (ha nombrado a 60 purpurados de los 124 que elegirían hoy al nuevo Papa), ha expandido el radio de acción. En otros, como la inmigración (ahora siempre añade que solo pueden llegar aquellos a los que se pueda acoger) o la homosexualidad, a la que ha puesto coto en los seminarios, ha matizado a la baja su discurso rupturista. “El problema no es el sector conservador al que enervó. Cunde cierta desilusión”, señala un alto cargo vaticano favorable al Papa. Vienen curvas, terminó la euforia.

 

1. Los pecados económicos. El blanqueo de capitales y las estafas fueron habituales durante años en algunos organismos de la Santa Sede. El Papa se propuso reformar las finanzas de Dios atacando directamente los problemas históricos del Banco Vaticano (IOR) —este año ha habido la primera condena vaticana— y los principales órganos de gestión de patrimonio como el APSA. Para ello creó un superministerio de finanzas dirigido por el controvertido cardenal George Pell y contrató a un experto auditor (Libero Milone) que debía poner orden en los distintos departamentos. Hoy no permanece ninguno: el primero vive en Australia y ha sido condenado por abusos y el segundo fue despedido bajo acusaciones de espionaje. Sus departamentos siguen descabezados.

 

2. Los abusos sexuales. El caso Pell, el primer miembro de la cúpula vaticana condenado por abusos, cuestionó la política de tolerancia cero del Papa (sigue sin ser cesado como prefecto). Pero luego vinieron los casos de Chile, Alemania, EE UU y Francia, donde el cardenal Phillipe Barbarin está siendo procesado en un juicio al que el Vaticano, pese a sus peticiones de colaboración con la justicia a las diócesis, ha negado la presencia del prefecto para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria (fue solicitada por el tribunal).El caso de Pell salpica en varias direcciones. El cardenal, con un largo historial de acusaciones de víctimas de abusos en Australia, acaba de ser condenado en su país y se encuentra a la espera de un segundo proceso por el mismo problema. El Papa decidió ponerle al frente del departamento económico y elevarlo al número tres de la Santa Sede pese a las sombras que pesaban sobre él (Benedicto XVI no le quiso al frente de la Congregación para los Obispos años antes). También le dejó como consejero en el grupo de cardenales que le asesoran para la reforma de la curia (C9) hasta el día antes de que trascendiese su condena en diciembre. En 2019 podría llegar un remplazo que devuelva un mando visible a un área capital.

 

La peor sacudida llegó con la acusación de un arzobispo y exnuncio en Washington (Carlo Maria Viganò) al Papa —un hecho insólito— de haber encubierto los abusos del cardenal estadounidense Theodore McCarrick (cerca hoy de ser reducido al estado laical). El terremoto puso al descubierto la guerra de poder en el Vaticano, pero también una manera laxa de tratar los abusos que se remonta a Juan Pablo II.

 

El último escándalo afecta de nuevo directamente a Francisco. El obispo argentino Gustavo Óscar Zanchetta, nombrado en 2013 por el Papa, fue trasladado a un puesto en Roma como asesor de la poderosa APSA en 2017. Supuestamente, se debió a problemas personales, sin embargo en Argentina se ha publicado ahora que había varias denuncias de abusos sexuales y de autoritarismo. La Santa Sede niega que lo conociese y que ese fuera el motivo por el cual el Papa lo trajo. Pero lo está investigando.

 

El gran hito de 2019 será el encuentro en febrero (del 21 al 24) de todos los presidentes de conferencias episcopales del mundo para buscar soluciones globales al problema. Pero las enormes expectativas generadas obligan a tomar medidas concretas para que no parezca un mero lavado de imagen, como apuntan a este periódico figuras curiales vinculadas a esta lucha.

 

La irlandesa Marie Collins, víctima de abusos y ex miembro de la Comisión Pontificia que creó el Papa a su llegada (se fue acusando a la curia de obstaculizar las reformas) es escéptica. “Habrá mucha palabra, discusión y declaraciones de intenciones. Me gustaría que hubiera un compromiso para una política de vigilancia universal, la misma protección para todos los países, porque hay algunos donde no se ve como un problema. También una declaración clara sobre la rendición de cuentas, sobre quién hace las investigaciones y castiga. Si los obispos no siguen los procedimientos, quiero saber qué pasará con ellos”.

 

3. Crisis en la comunicación. La reforma de la Comunicación, una de las grandes apuestas de Francisco, ha sido caótica y accidentada. Si ya es difícil gestionar la relación con los medios de un Papa hipercomunicador, la creación de un gran ministerio que englobaba a los medios vaticanos y la sala de prensa generó un conflicto insalvable: los encargados de responder a los medios no tenían acceso directo a las fuentes de información. El 31 de diciembre, tras poco más de dos años en el cargo (el paso más breve que se recuerda), los dos portavoces del Papa, Greg Burke y Paloma García Ovejero, dimitieron de su cargo abriendo un nuevo capítulo de esta crisis. Hoy, un puesto tan relevante está cubierto de forma interina.


4. La reforma de la curia
. Este año debería conocerse la nueva Constitución Apostólica. Es decir, el mapa de la supuesta transformación administrativa de la curia cuyo diseño se encargó al famoso C9, el consejo de cardenales de todo el mundo que ha pasado a ser C6, porque dos de sus miembros están gravemente salpicados por casos de abusos (un tercero se ha jubilado sin haber sido remplazado tampoco). Hasta ahora, los cambios no han aportado grandes transformaciones y toda la Santa Sede está a la espera del documento final que aclare las cosas.Pero la reforma afecta a más áreas. Pocos días antes de esta crisis, llegó también el abrupto cese de Giovanni Maria Vian, director de L’Osservatore Romano, periódico de la Santa Sede, que dirigió con rigor y modernizó durante 11 años abriéndolo a las mujeres. Otro movimiento enmarcado en un proceso de cambio que, entre otras cosas, ha reitalianizado un área clave para la Santa Sede y ha puesto al frente de todo el aparato al periodista laico Paolo Ruffini, a quien el Papa ha dado todo el poder (su predecesor tuvo que dimitir acusado de fabricar noticias falsas) en detrimento de la Secretaría de Estado, tradicionalmente vinculada a la oficina de prensa por ser el departamento con mayor información de la Santa Sede.

 

El profesor de la Universidad Gregoriana Don Roberto Regoli, experto en esta materia, apunta una teoría. “Seguramente hemos visto estos cinco años muchas pruebas. Antes de dar el modelo de referencia se han hecho pruebas sectoriales. Se han creado dicasterios y algunos se han suprimido otros. Los nuevos se han redimensionado en el tiempo y otros se han confirmado”. El tiempo para las pruebas, sin embargo, será cada vez más limitado.


El Papa Francisco Arremete contra la Mafia Italiana

 

Veinticinco años después del asesinato a manos de Cosa Nostra del sacerdote siciliano Pino Puglisi, el papa Francisco visitó la ciudad siciliana de Palermo para rendir un homenaje al religioso y pedir a los criminales su conversión. "A los mafiosos digo: cambiad. Dejad de pensar en vosotros mismos y en el dinero. El sudario no tiene bolsillos y no os podréis llevar nada. Convertíos al verdadero Dios. De lo contrario, vuestra vida se perderá y será la peor de las derrotas".

 

Ante una explanada repleta de feligreses entusiasmados por la visita del pontífice argentino, el papa Francisco aseguró que los mafiosos no pueden ser considerados cristianos. "No se puede creer en Dios y ser mafioso. Quien es mafioso no vive como cristiano porque blasfema con la vida en nombre de Dios", lanzó el pontífice desde el altar colocado frente al Foro Itálico. "Hoy necesitamos hombres y mujeres de amor, no hombres y mujeres de honor. De servicio, no de opresión", añadió. El pontífice llegó a bordo del 'papa móvil' descubierto al Foro Italico, donde celebró una misa acompañado por el arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, en recuerdo del 25 aniversario del martirio del beato Pino Puglisi. En su homilía, Francisco reflexionó en torno a la figura del sacerdote palermitano, considerado un símbolo antimafia.

 

"Veinticinco años atrás igual que hoy", dijo el pontífice, el padre Pino Puglisi "coronó su victoria con la sonrisa, con esa sonrisa que no dejó dormir a su asesino, quien llegó a decir: 'Había una especie de luz en aquella sonrisa'". "El padre Pino era inerme pero su sonrisa transmitía la fuerza de Dios. No un resplandor cegador sino una luz amable que llega hasta dentro y aclara el corazón", recordó el pontífice.Don Pino sabía que se estaba arriesgando, pero sabía, sobre todo, que el peligro verdadero en la vida es no arriesgar. Es vivir entre comodidades, atajos", continuó Francisco rememorando la figura del sacerdote, uno de los primeros en luchar contra la mafia desde su parroquia y el centro social que fundó para sacar a los niños de las calles y evitar que cayeran en manos de la criminalidad organizada."

 

Que Dios nos libre de una vida pequeña que gira alrededor del dinero. Que nos libre de pensar que todo está bien si a mí me va bien. Que nos libre de creernos justos si no hacemos nada para contrarrestar la injusticia. Que nos libre de creernos buenos solamente porque no hacemos nada malo", imploró Bergoglio. "No se puede creer en Dios y odiar al hermano", aseguró el pontífice. Y por ello "la palabra odio debe ser cancelada de la vida cristiana".

 

El 15 de septiembre de 1993 unos sicarios de Cosa Nostra, la mafia siciliana, acabaron de un disparo con la vida de Pino Puglisi, párroco en Brancaccio, un barrio en la periferia de Palermo dirigido con mano de hierro por el crimen organizado. Era el día de su 56 cumpleaños. Cuando los mafiosos se acercaron por la espalda mientras Puglisi entraba en el portal de su casa, el religioso no se mostró sorprendido: "Los estaba esperando", dijo a sus asesinos. Lo contó uno de sus ejecutores, que acabó arrepintiéndose y convirtiéndose en un colaborador de la justicia.

 

El padre Pino Puglisi fue beatificado por Francisco en 2013 en una ceremonia multitudinaria en la que asistieron varios ministros del Gobierno. Don Puglisi -en italiano a los curas se les llama con el 'don' delante- se convirtió en el primer sacerdote mártir por haber muerto a manos de la mafia siciliana.Por la tarde el pontífice ha visitado la casa-museo donde vivió y fue asesinado Puglisi, ha tenido un encuentro con el clero y los seminaristas en la Catedral de Palermo y se ha reunido con los jóvenes sicilianos en la céntrica Plaza de Politeama.


 

FALLECE EN ROMA, JOAQUÍN NAVARRO-VALS, PORTAVOZ DEL VATICANO DURANTE MÁS DE 22 AÑOS

 

El periodista español Joaquín Navarro-Valls, que fue portavoz del Vaticano durante el pontificado del papa Juan Pablo II, falleció en Roma a la edad de 80 años, según informó el actual portavoz vaticano, Greg Burke.

 

Navarro-Valls nació el 16 de noviembre de 1936 en Cartagena (Murcia), era doctor en Medicina y licenciado en Periodismo y fue director de la sala de prensa del Vaticano entre los años 1984 y 2006. “Joaquín Navarro. RIP. Gracia bajo la presión”, comunicó en la red social Twitter el portavoz vaticano al dar noticia del fallecimiento de uno de sus antecesores, puesto que al español le sucedió el italiano Federico Lombardi.

 

Fue portavoz vaticano, el primer no italiano que ocupó ese cargo, durante veintidós años y era actualmente presidente del Consejo Asesor de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma. Fue considerado como el laico con más poder en el Vaticano y el principal artífice de la modernización de la información en la Santa Sede.

 

Actualmente era presidente del Consejo Asesor de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma

 

Acompañó al papa Juan Pablo II en todos sus viajes y actos oficiales, y como portavoz vaticano confirmó oficialmente la muerte del pontífice en la noche del 2 de abril de 2005. Durante su etapa como director de la Sala de Prensa de la Santa Sede potenció y modernizó la Oficina de Prensa vaticana, que canaliza toda la información sobre la actividad del Pontífice y de los dicasterios de la curia.

 

Acompañó tanto a Juan Pablo II como a su sucesor Benedicto XVI (2005-2013), en todos sus viajes por el mundo y en todas sus conferencias internacionales.

 

El 11 de julio de 2006, después de veintidós años como portavoz del Papa dejó la dirección de la Sala de Prensa de la Santa Sede, pocos días después de acompañar a Benedicto XVI en su viaje a Valencia para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.

 

Navarro-Valls se doctoró en Medicina por la Universidad de Granada en 1961, en las especialidades de Psiquiatría y Psicología Social. Más tarde, en 1968, se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra.

 

Desde 1960 hasta 1974 colaboró en diversos periódicos y revistas de España y fue fundador de la revista Diagonal en Barcelona. De 1974 a 1977 fue corresponsal de las revistas Nuestro tiempo y Revista de Medicina, y portavoz del Opus Dei, organización de la que forma parte desde 1959.

 

El 1 de diciembre de ese último año fue nombrado corresponsal del diario madrileño ABC para Italia, el Vaticano y los países del Este mediterráneo, con sede en Roma. Ese cargo lo compaginó en 1983 y 1984 con el de consejero y luego presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia, hasta que el 4 de diciembre de 1984 fue nombrado Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, debido a una decisión personal del papa Juan Pablo II.

 

Navarro-Valls se doctoró en Medicina, en las especialidades de Psiquiatría y Psicología Social, y años después se licenció en Periodismo

A partir de esta fecha, se convirtió en una de las personas de mayor confianza del papa y su portavoz oficial que le acompañó en todos sus viajes y actos oficiales, incluso durante las cortas vacaciones del pontífice.

 

Tras abandonar el cargo, debutó en la televisión pública italiana RAI como comentarista, y en enero de 2007 asumió la presidencia del Consejo Asesor de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma, centro universitario dependiente del Opus Dei, del que era miembro.

Además, desde 2008 empezó a colaborar con la empresa Lux Vide, en la supervisión de mensajes por telefonía móvil con frases históricas de Juan Pablo II, y desde enero de 2009 presidió la Fundación Telecom Italia.

 

En 1983 fue galardonado por el rey Juan Carlos I, a petición del Gobierno español, con la encomienda de la Orden de Mérito Civil y en abril de 1997 se le concedió la Gran Cruz de esta misma orden. Obtuvo en su carrera premios como el “Líder de Opinión 1980”, de la Asociación Internacional de Operadores de Información (OIPEF); premio “Calabria” 1984 para corresponsales en el extranjero; premio “Laurel 1985” y “Laurel Especial 1999” de la Asociación de la Prensa de Murcia o el premio internacional de periodismo “Ischia” en 1985.

Era doctor “honoris causa” por la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia (2005) y por la Universidad Internacional de Cataluña (2010).


SACERDOTES MEXICANOS AMENAZADOS POR EL GOBIERNO Y LOS

NARCOS

 

Al padre Javier Pato Ávila le suena el teléfono con insistencia. "Me está llamando mi guardaespaldas, está preocupado porque no sabe dónde estoy", explica él con naturalidad. El sacerdote de 74 años de la parroquia de Creel, Chihuahua, en pleno 'Triángulo Dorado' de las drogas de México, vive con cámaras de seguridad en su casa y su oficina, además de tener un hombre armado tras él, para evitar que lo maten.Todo empezó un 16 de agosto de 2008 en el que 12 jóvenes y un bebé murieron, todos, de un disparo en la cabeza tras un ataque de 'narcos' en Creel.

 

No pudo Pato Ávila aguantar más y comenzó a denunciar tanta barbarie: "Si una callara, las piedras gritarían", explica el religioso. Al padre Marcelo le amenazan de muerte y hasta le han emboscado para matarlo. "Tenía todos los hombres rodeándome, entre las jardineras, pero me avisaron de que iban a por mí y me escabullí porque no me reconocieron", recuerda.

 

El sacerdote, que vive en Simojovel, plena zona mísera de la sierra de Chiapas, se ha enfrentado al poder político y la corrupción movilizando en marchas a miles de personas de su localidad. "Ahora hay una tensa calma, y cuando hay silencio es más peligroso", advierte un hombre que tiene claro a lo que se enfrenta: "Veo los coches y personas que me siguen, claro que tengo miedo, se ve muy clara la amenaza".Ambos curas, que luchan desde hace años en un púlpito que ellos sacaron a las calles, reconocen temer por sus vidas en unos días en los que tres sacerdotes y cuatro catequistas acaban de ser torturados y ejecutados en México. La Iglesia, su base al menos, se ha convertido también en trinchera de una guerra de la que nadie escapa.

 

Amenazas

 

"La Iglesia católica está en todos lados, incluso donde domina el crimen y la droga. Ellos tienen armas y nosotros tenemos el evangelio", explica monseñor Alfonso Miranda, nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal de México y hombre cercano al actual Papa."Uno es humano y te mentiría si dijera que no temo y miro para atrás para ver si me sigue alguien, pero había una realidad de opresión y tortura, también del Ejército en sus operaciones contra los cárteles donde se quemaban casas y había abusos, que me obligó a levantar la voz", dice el cura de Creel, que lleva 41 años ejerciendo el sacerdocio en la empobrecida e indígena sierra Tarahumara. ¿Quién lo amenaza? "Me han amenazado grupos de delincuencia organizada y también el Gobierno estatal".

 

Al sur, en la sierra de Chiapas, por donde se pasa atravesando controles de carreteras con peaje de las comunidades zapatistas y se observa en puntos estratégicos los cuarteles militares que dominan el territorio sin adentrarse, el padre Marcelo se enfrenta a los que deberían ser sus guardianes: "El anterior presidente municipal de Simojovel fue detenido con armas y drogas el 13 de junio de 2015 y fue liberado el 19 de enero por desistimiento de la causa penal por parte de la Fiscalía. Hasta la titular de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación cuestionó que no se hiciera nada", dice este cura de 43 años que vive en territorio comanche."

 

Hay lugares donde el crimen domina, ¿qué debe hacer el sacerdote? ¿Debe irse o alzar la voz y ser acribillado?", se cuestiona Miranda. "El narco en muchos casos es otro líder social. Donde no llega el Estado son ellos los que ponen escuelas, alumbrado, clínicas.... De alguna manera Iglesia y ellos son dos grupos que buscan organizar la sociedad", explica el especialista en seguridad, Jonathan Furszyfer, de México Evalúa.Tampoco la Iglesia es una armonía de voces ante este problema de violencia que le afecta como al resto del país: "Sí hay sacerdotes que respeto, pero me sobran dedos de una mano para contar los obispos comprometidos ", señala el padre de Creel. "Muchas veces se me hace irónico en la eucaristía decir la paz esté contigo.

 

Tengo ganas de decirle a la persona, ¿qué vas a hacer tú por la paz? Ir a una marcha a favor de la paz no me compromete en nada, me compromete hacerlo sólo, en la plaza, delante de todo el mundo", dice el sacerdote en un momento en el que hay marchas multitudinarias organizadas por la Iglesia mexicana en contra de la posible regulación del matrimonio y adopción gay. Críticas a la Iglesia"El tema de los matrimonios igualitarios es secundario. A mí me preocupa la violencia, el hambre, la corrupción. Hay temas que nos debían preocupar más que las bodas de gays y lesbianas. Aquí defendemos a todos por igual", opina el padre Marcelo." Atravesamos momentos de mucho dolor y tristeza. Se ha intentado manchar el nombre de los dos sacerdotes muertos en Veracruz diciendo que estaban bebiendo y que los asesinos eran amigos, cuando les han torturado, desfigurado el cuerpo y el rostro. No parece que fueran muy amigos", señala Monseñor Miranda.

 

¿Qué opina de la queja de algunos sacerdotes que creen que la cúpula de la Iglesia mexicana no está del todo comprometida en la lucha contra la violencia y corrupción?" Es un deber enfrentar ambas por todo el mal que generan. Yo no veo eso que usted señala. Tras los trágicos sucesos de estos días hemos visto como los obispos cerraron filas en Morelia y Veracruz con los sacerdotes, había una comunión total", responde el secretario general de la Conferencia Episcopal." Veo amanecer cada mañana mientras salgo a correr en esta bella Sierra Tarahumara y pienso: qué envidia debe tenerme la gente. Me falta aún mucho por vivir", concluye el padre Javier.

"Por lo que lucho es por la justicia. Vale más la vida de los demás que mi propia vida. Nosotros no queremos ser autoridad, somos pacifistas. El quinto mandamiento dice no matarás", concluye el Padre Marcelo.


 BEATIFICACIÓN DE MONSEÑOR ROMERO

 

 

Hombres y Épocas

 

Por Mirror Magazine

 

SAN SALVADOR,  El Salvador- Sea usted católico, evangélico o Testigo de Jehová, no importa cuál sea su denominación religiosa, estará de acuerdo en que el nuevo beato Oscar Arnulfo Romero es el representante de un país, de una coyuntura política y bélica que destruyó a El Salvador, enemistó a su pueblo dividiéndolo en dos facciones sumamente antagónicas y marcó el camino definitivo y no esquivo hacia la reconciliación y reconstrucción de la patria.

          

        Cuando recordemos a Monseñor Romero o al ex presidente José Napoleón Duarte, un Premio Nobel de la Paz por antonomasia, al que la Academia del Nobel le negó groseramente esa acreditación y se la dio en medio de un sonoro equívoco a otro ex presidente centroamericano, tendremos que manifestar que el religioso es el representante de un período sangriento en particular de El Salvador y de todo el istmo después. Su muerte fue dramática porque tuvo dos connotaciones: por un lado, se trató de la máxima representación de El Vaticano en la Capital salvadoreña; y por el otro, se trató de un asesinato en pleno oficio de la homilía ese día lunes 24 de marzo de 1980 en la capilla del hospital de La Divina Providencia, en la colonia Miramonte. La personalidad y el hecho por sí mismo fue lo que estremeció a la comunidad de naciones latinoamericanas.

 

       El disparo que recibió, no solo destrozó su corazón, sino que el de todos los centroamericanos indistintamente nuestra religión o color político. Y es que en la vida de los seres humanos, en esta travesía que es el tiempo que a su vez marca los derroteros de la historia, se dan  “hombres y épocas.” Los primeros, con sus augustas y fuertes personalidades dejan su “sello” en la misma historia de los países, continentes o el mundo entero. José Napoleón Duarte y Monseñor Romero han sido dos de ellos; y las épocas también suelen encasillar a los acontecimientos, como ocurrió con la Revolución Francesa o la Independencia de los Estados Unidos. De tal modo, cuando hablemos de la guerra interna de El Salvador, ineludiblemente tendremos que poner en nuestro recuerdo a las dos figuras que estamos tratando en esta columna de prensa. Y es que América Latina está llena de magnicidios y como tales, han sido detestables, abominables y despreciables por su misma esencia pérfida y por el dolor nacional causado.

 

            Empero, en todo El Salvador (y en Guatemala también, países probados por el brasero de la guerra), hay héroes anónimos, mujeres, niños, ancianos, soldados, estudiantes, periodistas y demás, quienes trataron de poner a salvo otras vidas ajenas a las suyas y aportaron un poquito a la causa por lograr la paz. Héroes sin nombre que solamente reciben un ramo de rosas al pie de algún monumento distante y escondido en la ciudad;  e inmediatamente viene el olvido de sus pueblos.

  

            El nuevo beato de la Iglesia Católica, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, no solamente es el símbolo de un crimen macabro de nuestra Era, sino el principio del final del conflicto armado de El Salvador. Figura paralela a Napoleón Duarte, de quien hemos escrito tanto y quien murió invadido por el cáncer causado por la tristeza y preocupación al ver a los salvadoreños desangrándose en un conflicto que no llevaba a ninguna parte. Con el asesinato del prelado, se cayó en conciencia de que la pacificación era el único camino por el que se debería transitar. Su sacrificio fue un hecho doloroso que, no obstante,  no fue en vano; porque, a partir de ahí, comenzó a germinar la paz que experimenta el salvadoreño actual.


 ENTREVISTA

  

¿REALMENTE, QUÉ ESTÁ PASANDO EN MÉXICO?

  

El arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, nos descubre lo que está

sucediendo en su país.

 

Su Eminencia habla con voz suave. La matanza de Ayotzinapa, el florecimiento del culto a la Santa Muerte, los escándalos de corrupción... Nada parece sobresaltar al cardenal José Francisco Robles Ortega (66 años), arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana. Ha llegado a la entrevista con una seráfica sonrisa y se ha sentado en una silla barroca, los pies muy juntos sobre la alfombra.

 

En el pecho luce una cruz de oro, que perteneció al obispo y poeta Joaquín Arcadio Pagaza y Ordóñez (1839-1918). Fuera de las dependencias episcopales, un sol espléndido se derrama sobre la capital de Jalisco; dentro, tras unas cortinas cargadas de sombra, el prelado responde con extremo cuidado, pero a sabiendas de que el futuro ya ha llegado. Es la cabeza de una Iglesia, aristocrática y conservadora, que el huracán Francisco ha sacado de la cámara del tiempo. "El Papa es impredecible”, deja caer el cardenal.

 

Pregunta. En pleno estallido del caso Ayotzinapa, donde desaparecieron 43 estudiantes normalistas, sostuvieron que México atravesaba una crisis nacional. ¿Y ahora?

Respuesta. Seguimos en esa crisis. No puede haber progreso ni desarrollo sin confianza. Se tiene que restablecer. ¿Cómo? Mediante la credibilidad, que el pueblo constate que la palabra dada es cumplida. Los mexicanos quieren ver que se hace el bien para todos, no solo para unos cuantos.

 

P. ¿Cómo se sitúan ante lo que llaman “el despertar de la sociedad civil” y las protestas?

R. Nos hacemos eco de esa indignación, siempre y cuando no sea desviada para otros fines, hay que encauzar esa fuerza. Si las autoridades no lo hacen correctamente, se corre el riesgo de que derive en violencia descontrolada.

 

P. ¿Cuestiona la Conferencia Episcopal las reformas del Gobierno?

R. Reconocemos que eran urgentes y necesarias, pero nos preocupa que no den frutos a los que lo necesitan: los pobres, los indígenas y los desfavorecidos.

 

P. ¿Y qué le parece el escándalo de la casa de la esposa del presidente, construida por un importante contratista de la Administración?

R. Va en el paquete de todos esos hechos que han contribuido a esta falta de confianza. Se necesita transparencia y aplicación de la ley.

 

P. ¿En México se puede confiar en las autoridades?

R. El propio presidente ha declarado que percibe una gran desconfianza, y es verdad. Los logros de las reformas no los ve nadie como tales, porque hay una desconfianza del pueblo hacia las autoridades.

Pedimos a la gente que vote, pero con criterio

P. Como cabeza de la Iglesia mexicana, ¿cuál es su relación con el presidente?

R. Es abierta, muy franca. Hemos encontrado el clima para hablarle con toda libertad y claridad, en el entendido de que la Conferencia Episcopal abriga a todos los obispos de México y asume sus preocupaciones.

 

P. ¿Eso incluye a obispos rebeldes como Raúl Vera, que piden una nueva constitución?

R. Es una inquietud muy personal que Vera asume como un deber de obispo y de ciudadano. No le ponemos veto ni le marcamos pauta. Esa es su libertad

 

P. Hay elecciones en junio. ¿Cuál es su recomendación de voto?

R. Pedimos a la gente que vote, pero con criterio. Por ejemplo, que conozca la trayectoria del candidato, que sepa qué acciones ha hecho por el bien común… Y una vez formado el criterio, el deber es votar. La abstención no hace bien al país.

 

P. ¿Por qué hay tanto crimen en México?

R. La respuesta es multifactorial. Se ha registrado una pérdida de valores, entre ellos el de la vida; el marco ético se ha debilitado, y tenemos un clima de impunidad, donde se incumple la ley y el crimen organizado impone sus intereses. Hay una cultura de violencia y criminalidad.

 

P. ¿Cómo fue posible lo que sucedió en Ayotzinapa?

R. Vuelta al tema de la criminalidad. Son muchos los factores.

 

P. ¿Qué diría a los padres de los normalistas desaparecidos?

R. Estamos con ellos y con el legítimo derecho que tienen a la verdad.

 

P. ¿Cree que están siendo manipulados, como dijo el obispo de Guerrero?

R. Él nos compartió una experiencia: al principio un buen grupo de padres asumió que sus hijos habían terminado como se ha dicho siempre, asesinados. Incluso estaban llevando un proceso de duelo, cuando aparecen personas que les llaman y les dicen: “Ustedes tienen que pedir que sus hijos estén vivos”. No cabe duda de que hay gente que solo busca la oportunidad que ofrecen estas tragedias para sus intereses políticos.

 

P. El Papa ha prometido visitar México, ¿dónde le llevaría?

R. El Papa es impredecible. Pero tiene su mente, su corazón, bien definido en las periferias existenciales. Él puede pedir, por ejemplo, una zona indígena o un Estado en conflicto. Nuestra propuesta es: visita Guadalupe, una celebración masiva, y si quiere conocer la frontera, Tijuana, Reynosa o Matamoros.

 

El Papa tiene su mente, su corazón, bien definido en las periferias existenciale

P. ¿Iguala o Ayotzinapa?

R. Eso no cae en el campo de nuestras sugerencias.

 

P. ¿Pero lo ve ahí?

R. Si él lo decide, cómo no.

 

P. El Papa desató la polémica al alertar sobre la "mexicanización " de Argentina. ¿Pero acaso no estaba reflejando una realidad?

R. Basta ver las reacciones en las redes sociales. Es obvio que el pueblo coincide en advertir el grado de criminalidad que existe en algunas zonas del país.

 

P. En 1970, el 95% de la población mexicana se declaraba católica, ahora es el 80%. ¿Por qué ese descenso?

R. Se debe al relativismo, ahora cualquier creencia es válida. Pero a lo mejor también es que no hemos sido oportunos a la hora de responder a las inquietudes de un amplio sector de la población. En todo caso, lo que nos compete es asumir lo que el Papa nos propone: una Iglesia en salida, de puertas abiertas, que vaya a los más alejados, a los heridos en el camino de la vida. Una Iglesia que vaya y no que espere.

 

P. ¿Y no tendrá que cambiar mucho la Iglesia mexicana, conocida por su conservadurismo?

R. Vivíamos en un régimen donde todo se daba por tradición, y eso incitaba a la pasividad. ¿Qué había que hacer, si todo ya estaba hecho? Ahora eso se acabó.

 

P. Con el nuevo Papa.

R. No, con la realidad. Vivimos en una realidad que nos reta a salir, y el Papa lo ha leído bien, es latinoamericano. Vibramos ante esa misma realidad.

 

P. En México sorprende la extensión del culto a la Santa Muerte.

R. No está tan extendido, se ubica en lugares muy ligados al conflicto por la violencia, al narcotráfico. Se trata de una deformación del sentido religioso. La muerte es todo lo contrario, es la nada. Se la invoca para hacer daño. Eso no es religión.


 

Que Alguien le Enseñe a Hablar al Papa

 

Por José Ang. Lagos-J. Editor de Mirror Magazine.

 

MIRROR- El Sumo Pontífice es una figura pública y más que pública, es una figura mundial, sujeta a ser alabada o criticada según sea el caso; en otras palabras, no está fuera del alcance de la opinión buena o mala de las gentes en todo el planeta. Es por eso que las agencias de prensa internacionales, y en este caso nosotros también en esta revista, redactamos algunos conceptos acerca de él.

            Desde que tenemos consciencia, hemos visto llegar y morir en el ejercicio del Papado, a grandes hombres; tales los casos de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y el penúltimo, Benedicto XVI. Y nos ha llamado la atención en ellos, la profunda educación, la total y completa formación cultural, humanista y doctrinal inherentes. Y no nos referimos a otros más del pasado, porque simplemente no habíamos nacido en aquellos tiempos. Aunque sí sabemos de Pío XII, quien, a pesar de haber caído sobre él la culpa de haber ayudado a ex dirigentes nazis a escapar, siempre supo resistir a esa “marejada” de acusaciones constantes provenidas de judíos y no judíos de la época. Siempre supo que decir en cada ocasión.

            Juan Pablo II, el mejor Pontífice que hemos visto en el devenir de la historia de la Iglesia Católica, a pesar de ser un convencido anticomunista, nunca ofendió ni desatinó con su dialéctica y oratoria a los dirigentes del comunismo internacional y de las naciones que estaban detrás del “Telón de Acero” o de la órbita socialista. Ratzinger, por su parte, el Papa alemán, fue acusado también de haber participado en el ejército de Hitler y aún así supo afrontar “el vendaval” de acusaciones lanzadas contra él; incluso hizo una visita histórica a Israel, encarando su incómoda situación. Tampoco dijo nunca algo desatinado en contra de ese, de éste o de aquel otro.

            Aparentemente eso es educación personal, diplomacia que aprenden en el seminario sacerdotal y a lo largo del camino que recorren para llegar a Cardenales y de ahí al Papado. Además del hecho de ser europeos, eso les da “un plus” extra a nivel cultural. Pero Benedicto XVI renunció a la silla de Pedro por hallarse cansado en plena vejez. Y la sorpresa nuestra fue el nombramiento de un Papa argentino que se hizo llamar Francisco I. La expectativa a partir de su elección, aumentaba conforme pasaban los meses. Al principio todo parecía marchar bien; el hombre se interesaba en mostrar un cariz de humildad y lo hacía cada vez que podía. Era muy evidente su necesidad de demostrar cuan humilde es.

            Y se asentó en el Trono del Vaticano y comenzaron a partir de él las dudas, los desaciertos verbales y su “estilo” –si se le puede llamar así-, desenfadado. Citemos algunos ejemplos: comenzó tomando una bandera de su equipo de futbol que le dio un paisano suyo en la Plaza de San Pedro, rompiendo el anillo de seguridad en torno a él; lo mismo hizo otro individuo hace pocos días, al entregarle una pizza, porque se ha divulgado a todos los confines que Francisco I es fanático de las pizzas, algo superfluo que desentona, según nuestro entender, en una figura como la que él  representa. Tampoco en este caso, hubo ningún agente de la seguridad que detuviera tal acción, que bien podría haber sido un explosivo en épocas particularmente difíciles y peligrosas cuando el yihadismo criminal se pasea por Europa.

            Y en cuanto a sus palabras no ha estado lúcido, ni sensato, y mucho menos atinado y por todo ello ha ofendido… y ha ofendido directo al corazón de los pueblos y de los gobiernos. Sino recordemos hace poco tiempo cuando ofendió al Estado mexicano y a los ciudadanos de ese país, al decir que en Argentina había que evitar “la mexicanización” del país; es decir, que su patria no se convirtiera en un vertedero de droga ni de cárteles como sí sucede en México. Es lo que llamamos una “gran metida de pata.” E inmediatamente comenzaron a trabajar los verdaderos diplomáticos del Vaticano para solventar y tapar el desacierto de su Papa. Y para felicidad de Francisco, lo hicieron bien y el gobierno mexicano aceptó las reiteradas disculpas que le dieron.

            El caso más reciente se ha dado contra el pueblo y gobierno de Turquía, un país especialmente preferido por los Papas anteriores, quienes visitaron con agrado a esta nación de mayoría musulmana y donde se les ha recibido con sumo respeto, consideración y no exentos de admiración. Ratzinger fue el último Pontífice que estuvo en Ankara y dejó una agradable y profunda estela tras su paso. Pero el Papa argentino ha tirado por la borda, con unos pocos vocablos, el trabajo doctrinal y eclesiástico de sus predecesores en el cargo. Y lo peor se fundamenta en que tocó un tema sensible para los turcos, especialmente en momentos cuando la guerra tiene totalmente desestabilizado al Oriente Próximo y las matanzas cometidas a diario por el yihadismo son espeluznantes y Turquía observa de cerca tales acontecimientos y no está ajena de sufrir tales actos de barbarie.

 Además, el papa Francisco “desempolvó” parte de la historia turca de la cual ya nadie hablaba en referencia al pueblo armenio que sufrió una matanza de parte de las tropas turcas en 1915, en plenitud de la Primera Guerra Mundial. En otras palabras, el Sumo Pontífice vertió sal sobre la herida que él mismo acababa de abrir con su desatino verbal. Como hemos visto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha reaccionado violento, sumamente enfadado y ha advertido –así como se lee-, al mismísimo Papa para que se calle, que frene su bocaza y anunció que tomará medidas económicas, políticas y diplomáticas contra la Santa Sede. Es evidente que al gobierno turco “le importa un pito” lo que se pueda decir de él, pues se fundamenta en el Islám y no está supeditado al catolicismo que proviene del Vaticano.

            ¿Qué faltará por escucharle a este Papa en lo que resta de su Pontificado? No lo sabemos, pero lo podemos imaginar con algún grado de acierto de nuestra parte. Y en lo que atañe a sus palabras en cuanto al supuesto genocidio del pueblo armenio a manos de los turcos, una persona medianamente instruida, con una cultura básica, no hubiera sacado de las páginas de los libros el pasado de ninguna nación, para no confrontar, no humillar, no incomodar a gobierno alguno. El pasado es eso justamente… pasado, un ayer que no se puede revivir, que solamente viene al recuerdo cuando, precisamente, nos lo recuerdan y muchas ocasiones se hace para incomodar, como hemos dicho.

            En estos días el problema diplomático causado por Francisco I, ha llegado hasta el seno del Parlamento Europeo… ¡A tal extremo han ido las cosas con esos argumentos tan inoportunos! Es cuando el presidente turco ha dicho que “le importa un comino” lo que puedan decir los parlamentarios del Viejo Continente.

            ¿Qué le falta por decir a este Papa, qué le falta por ofender en lo que sobrevendrá de su Papado? Volvemos a preguntarnos. En nuestra posición de periodistas, hay que estar atentos, porque cada “metida de pata” de Bergoglio, el argentino sentado en la silla de San Pedro, es noticia y noticia de las grandes.

            Que alguien en el Vaticano le enseñe a hablar al Papa, porque evidentemente es un faltante de conocimiento de lo elemental que requiere la diplomacia a altísimo nivel como es esta. Partamos del hecho que la diplomacia vaticana es la mejor del mundo, es la mejor que existe, según siempre se ha sabido; entonces, partiendo de esa base, que le den cursillos sobre el tema a Francisco, que bien los necesita. Y no decimos esto con sorna ni con afanes de ridiculizar, sino porque es una imperiosa y urgente necesidad para que la santa Sede no se vea en problemas de tipo dialéctico en el futuro.

            Y le recordamos que el Sumo Pontífice, entre otras tareas, tiene la misión de unir a las naciones sin importar las religiones que practiquen sus pueblos; tiene que mediar en cuanto diferendo político, diplomático o geográfico exista, en aras de la concordia, el entendimiento fructífero y aportar, siempre aportar positivamente, porque el mundo gire mejor con el ser humano que se considere unido y hermanado con sus semejantes. Esto dicho entre otras prioridades que debe tener todo Pontífice. Lo demás, lo negativo, puede ir al cesto de la basura.


 

"NO SE PUEDE INSULTAR LA FE DEL ISLAM". HA DICHO 

 S.S. EL PAPA FRANCISCO

 

Afirma que «ni la libertad de religión ni la libertad de expresión deben ser utilizadas

para ofender a los demás»

 

En un largo encuentro con los periodistas durante el vuelo de Colombo a Manila, el Papa Francisco pidió vigorosamente respeto a las creencias religiosas de los musulmanes, señalando que ni la libertad de religión ni la libertad de expresión deben ser utilizadas para ofender a los demás. Sencillamente, «no se puede insultar la fe del Islam».

 

Aun siendo consciente del riesgo de que se malinterpreten sus palabras, el Papa insistió en que es necesario pensar en los demás, especialmente en los temas que afectan más profunda o emotivamente a cada a uno. En tono informal, comentó: «Si alguien dice una palabrota sobre mi madre puede esperarse un puñetazo».

 

Al mismo tiempo, excluyó que ni siquiera la blasfemia justifique el atentado de Paris, pues «no se puede matar en nombre de la propia religión, no se puede matar en nombre de Dios». Echando una ojeada a la historia de los cristianos, reconoció que «también nosotros hemos sido pecadores en esto, pero matar en nombre de Dios es una aberración».

 

Como el Papa había condenado de modo inmediato y vigoroso los asesinatos de "Charlie Hebdo" y habían manifestado su dolor a las familias de las víctimas, a una semana de distancia añadió un aspecto relevante para completar el cuadro y promover la paz, pues las ofensas sólo sirven para hacer imposible la convivencia, provocando más malestar y más fanatismo.

 

Según Francisco, «no se puede considerar que las religiones sean una especie de subculturas. La gente que habla mal, que ofende una religión o todas, está provocando. Hay un límite. Toda religión que respete la vida humana merece respeto. Yo no puedo burlarme de ella. En la libertad de expresión hay límites».

 

Si lo sucedido en París merece la condena general, hay casos con muchas más víctimas y mayor crueldad en otros países. El Papa manifestó su horror por los atentaos kamikazes, que «responden siempre a un desequilibrio personal y una mentalidad totalitaria» como la del régimen japonés, el fascismo italiano, o los totalitarismos falsamente religiosos actuales.

 

Al tiempo que valoró como especialmente grave el uso de niños para esos fines criminales, recordó que los principales terrenos de explotación infantil son el trabajo esclavo y la prostitución forzada al servicio de adultos.

 

Riesgo de atentados

 

El Santo Padre se manifestó informado de las alertas de los servicios secretos, y no considera teórico el riesgo de atentados durante su estancia en Filipinas, donde Pablo VI recibió dos puñaladas y Juan Pablo II estuvo en serio peligro. Pero afirmó que «a mí lo que me preocupa es el riesgo de los fieles. Me preocupa mucho. Por lo que a mí respecta, yo tengo un defecto: una buena dosis de inconsciencia».

 

En tono de broma pero haciendo una confidencia muy personal sobre su actitud ante un posible atentado, Francisco añadió que «Yo he dicho al Señor: solamente te pido una gracia, que no me duela. Porque tengo mucho miedo al dolor».

 

Tal vez al Papa Francisco, esta vez, se le haya ido la mano. Jorge Mario Bergoglio, cuyo mensaje y expresividad concitan en tantas ocasiones la aprobación de propios y extraños, realizó este jueves unas extrañas declaraciones al referirse a los atentados de París durante el vuelo entre Sri Lanka y Filipinas. Extrañas tanto por el tono y los gestos utilizados —“si el doctor Gasbarri dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”— como por el hecho de aunar en una misma intervención su condena a los actos de Al Qaeda —“matar en nombre de Dios es una aberración”— con una cierta justificación de la reacción de los yihadistas ante las viñetas de Charlie Hebdo. “No se puede provocar”, dijo el Papa, “no se puede insultar la fe de los demás. No puede uno burlarse de la fe. No se puede”. Según Francisco, la libertad de expresión “tiene un límite”.

 

Como suele ser habitual en sus viajes fuera de Italia, Jorge Mario Bergoglio se sometió sin filtros previos ni casi límite de tiempo a las preguntas de la prensa internacional que lo acompaña en el vuelo papal. Un periodista francés le preguntó: “Este jueves por la mañana usted habló durante la misa de la libertad religiosa como derecho humano fundamental. Pero en el respeto de las diversas religiones, ¿hasta qué punto se puede llegar en la libertad de expresión, que es también un derecho humano fundamental?”. La cuestión se refería claramente a los atentados sucedidos en Francia, y el Papa así lo entendió: “Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa como la libertad de expresión… Usted es francés, vayamos a [lo de] París, ¡hablemos claro!”.

 

Y, después de repetir que “cada uno tiene el derecho de practicar la propia religión” y que “matar en nombre de Dios es una aberración”, el Papa acompañó con gestos muy expresivos la siguiente declaración: “En cuanto a la libertad de expresión: cada persona no solo tiene la libertad, sino la obligación de decir lo que piensa para apoyar el bien común (…) Pero sin ofender, porque es cierto que no se puede reaccionar con violencia, pero si el doctor Gasbarri [organizador de los viajes papales], que es un gran amigo, dice una grosería contra mi mamá, le espera un puñetazo. No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás (...) Hay mucha gente que habla mal, que se burla de la religión de los demás. Estas personas provocan y puede suceder lo que le sucedería al doctor Gasbarri si dijera algo contra mi mamá. Hay un límite, cada religión tiene dignidad, cada religión que respete la vida humana, la persona humana… Yo no puedo burlarme de ella. Y este es límite. Puse este ejemplo del límite para decir que en la libertad de expresión hay límites como en el ejemplo de mi mamá”.

 

Hasta ahora, las declaraciones del Papa iban más en el sentido de poner la otra mejilla. Su mensaje ante los crímenes del fundamentalismo islámico se dividían entre pedir a los líderes musulmanes una condena más firme y rezar a Dios porque los criminales se arrepintieran. Nunca se había visto a Jorge Mario Bergoglio, ni en sus gestos ni en sus mensajes, tan cercano al ojo por ojo.


 FRANCISCO:

 

EL FUTURO SON LOS JÓVENES 

CON ALAS Y RAÍCES

 

Ciudad del Vaticano, (VIS).-Ayer tarde en el Aula del Sínodo, el Papa Francisco puso el punto final al tercer congreso de 'Scholas Occurrentes', red internacional de institutos escolares interreligiosos y multiculturales -cuyo objetivo es la inclusión social a través de la instrucción-, heredera de las Escuela de Vecinos y las Escuelas Hermanas, dos asociaciones nacidas en Buenos Aires cuando el Santo Padre era arzobispo de esa ciudad.

 

El pontífice, respondió, en conexión directa, a las preguntas de estudiantes de Estambul, Israel, Sudáfrica, San Salvador y Australia, y pronunció un discurso improvisado en el que subrayó la importancia de la ''cultura del encuentro''. La primera pregunta la hizo un estudiante australiano que quería saber cómo el programa de Scholas podía ayudarles a crear puentes hoy entre los jóvenes de varios países. ''Los muros separan, dividen -respondió el Papa- Los puentes acercan. Respondiendo a tu pregunta: ¿qué pueden hacer?, seguir comunicándose, comunicar las experiencias, las experiencias que ustedes hacen... y con esta comunicación nadie manda, pero todo funciona. Es la espontaneidad de la vida, es decirle un sí a la vida.

 

Comunicarse es dar, comunicarse es generosidad, comunicarse es respeto, comunicarse es evitar todo tipo de discriminación''. A continuación, Francisco habló con un miembro de Scholas en Israel que le preguntó si pensaba volver pronto a visitarlos. ''Me gustaría volver- aseguró el pontífice- Estuve hace unos meses y vine muy contento? vine muy contento''. La tercera pregunta la formuló un joven de Estambul interesado en saber si el Papa pensaba que el futuro del mundo sería mejor o peor que el actual.

 

''Yo no tengo esa bola de cristal que tienen la brujas para mirar el futuro - bromeó- Pero te quiero decir una cosa: ¿Sabes dónde está el futuro?... El futuro lo tienen los jóvenes. Pero cuidado, jóvenes con dos cualidades: jóvenes con alas y jóvenes con raíces. Jóvenes que tengan alas para volar, para soñar, para crear, y que tengan raíces para recibir de los mayores la sabiduría que nos dan los mayores''. De Sudáfrica llegó, en cambio, la pregunta sobre cómo se formó la idea de la plataforma escolar. ''Scholas surgió- rememoró el pontífice- formando una escuela de vecinos, en la Diócesis de Buenos Aires. Además de las escuelas, una red de escuelas de vecinos, para tender puentes entre las escuelas de Buenos Aires. Y tendió muchos puentes, muchos puentes, hasta puentes transoceánicos....¿Por qué? Porque estamos convencidos de que la juventud necesita comunicarse, necesita mostrar sus valores y compartir sus valores. La juventud, hoy, necesita tres pilares claves: educación, deporte y cultura.

 

Por eso Scholas junta todo. .... Adelante, para que los Estados puedan preparar salidas laborales para estos chicos que son acompañados por educación, el deporte y la cultura. Y el deporte es importante porque enseña a jugar en equipo. El deporte salva del egoísmo, ayuda a no ser egoísta. Por eso es importante trabajar en equipo y estudiar en equipo y andar el camino de la vida en equipo. Ernesto, un estudiante de El Salvador, preocupado por el futuro empleo, pidió al Papa que hiciera un llamado a todas las universidades o a las empresas privadas y Francisco tras subrayar los avances del país en la educación dijo a su interlocutor que había que tener cuidado con las ?maras? porque, ''así como existen puentes que los unen a ustedes, también existen comunicaciones para destruir. Estén bien alerta cuando hay grupos que buscan la destrucción, que buscan la guerra, que no saben trabajar en equipo.

 

Defiéndanse entre ustedes, como equipo, como grupo, y trabajen fuerte allí. Sé que están trabajando muy bien, y muy bien apoyados. Y el Ministerio de Educación, sé que los apoya. Sigan adelante por este camino de trabajar en equipo y defenderse de aquellos que quieren atomizarlos y quitarles esa fuerza del grupo''. Al final, el presentador del programa preguntó al Santo Padre que mensaje le gustaría transmitir a todos los que estaban viendo el encuentro.

 

''Una cosa que no es mía -respondió Francisco-. Jesús la decía muchas veces?: ?No tengan miedo?. Nosotros en mi país tenemos una expresión que no sé cómo la traducirán en inglés: ¿No se arruguen?. No tengan miedo, vayan adelante, tiendan puentes de paz, jueguen en equipo y hagan el futuro mejor porque acuérdense que el futuro está en las manos de ustedes. Sueñen el futuro volando, pero no olviden la herencia cultural, sapiencial y religiosa que les dejaron sus mayores. Adelante y con valentía. Hagan el futuro''. En su breve discurso, en la clausura de estas III Jornadas de la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro, el Papa subrayó que ''la cultura del encuentro''' es el gran desafío. ''Hoy ya nadie duda -dijo- que el mundo está en guerra. Y nadie duda, por supuesto, que el mundo está en desencuentro.

 

Y hay que proponer una cultura del encuentro de alguna manera. Una cultura de la integración, del encuentro, de los puentes... Pero recuerdo ese refrán africano: ?Para educar a un hijo hace falta una aldea?. Para educar a una persona, hace falta todo esto''. ''No podemos dejar solos a los chicos, por favor. -exclamó- Ya se ha incorporado a nuestro lenguaje hablar de los chicos de la calle ...como si un chico pudiera estar solo, abandonado de todo lo que es entorno cultural, de todo lo que es entorno familiar... y hay que recomponer el pacto educativo... recomponer esta aldea para educar a un chico. No los podemos dejar solos, no los podemos dejar en la calle, ni desprotegidos, y a merced de un mundo en el que prevalece el culto al dinero, a la violencia y al descarte... Descartan los chicos, los ancianos y ahora el nuevo descarte, toda una generación de jóvenes sin trabajo en países desarrollados.

 

Se habla de 75 millones de jóvenes en países desarrollados, de 25 años para abajo, sin trabajo. Se descarta una generación de jóvenes. Esto nos obliga a salir y no dejar a los chicos solos, por lo menos eso. Y ése es nuestro trabajo''. ''En este sentido -concluyó- es muy importante fortalecer los vínculos: los vínculos sociales, los familiares, los personales. Todos, pero especialmente los niños y los más jóvenes, tienen necesidad de un entorno adecuado, de un hábitat verdaderamente humano, en el que se den las condiciones para su desarrollo personal armónico y para su integración en el hábitat más grande de la sociedad.

 

Qué importante resulta entonces el empeño por crear una ?red? extensa y fuerte de lazos verdaderamente humanos, que sostenga a los niños, que los abra confiada y serenamente a la realidad.... Los animo a que sigan trabajando para crear esta aldea humana, cada vez más humana, que ofrezca a los niños un presente de paz y un futuro de esperanza''.

 FRANCISCO: 

EN LA IGLESIA NO HAY LUGAR PARA LOS QUE COMETEN ABUSOS

 

Ciudad del Vaticano,(VIS).-Publicamos a continuación la homilía integral pronunciada esta mañana por el Papa Francisco durante la celebración de la misa en la capilla de Santa Marta a la que han asistido seis personas víctimas de abusos por parte de miembros del clero.

 

''La imagen de Pedro viendo salir a Jesús de esa sesión de terrible interrogatorio, de Pedro que se cruza la mirada con Jesús y llora. Me viene hoy al corazón en la mirada de ustedes, de tantos hombres y mujeres, niños y niñas, siento la mirada de Jesús y pido la gracia de su orar. La gracia de que la Iglesia llore y repare por sus hijos e hijas que han traicionado su misión, que han abusado de personas inocentes. Y hoy estoy agradecido a ustedes por haber venido hasta aquí.

 

Desde hace tiempo siento en el corazón el profundo dolor, sufrimiento, tanto tiempo oculto, tanto tiempo disimulado con una complicidad que no, no tiene explicación, hasta que alguien sintió que Jesus miraba, y otro lo mismo y otro lo mismo? y se animaron a sostener esa mirada.

 

Y esos pocos que comenzaron a llorar nos contagiaron la consciencia de este crimen y grave pecado. Esta es mi angustia y el dolor por el hecho de que algunos sacerdotes y obispos hayan violado la inocencia de menores y su propia vocación sacerdotal al abusar sexualmente de ellos. Es algo más que actos reprobables. Es como un culto sacrílego porque esos chicos y esas chicas le fueron confiados al carisma sacerdotal para llevarlos a Dios, y ellos los sacrificaron al ídolo de su concupiscencia. Profanan la imagen misma de Dios a cuya imagen hemos sido creados. La infancia, sabemos todos es un tesoro. El corazón joven, tan abierto de esperanza contempla los misterios del amor de Dios y se muestra dispuesto de una forma única a ser alimentado en la fe. Hoy el corazón de la Iglesia mira los ojos de Jesús en esos niños y niñas y quiere llorar. Pide la gracia de llorar ante los execrables actos de abuso perpetrados contra menores. Actos que han dejado cicatrices para toda la vida.

 

Sé que esas heridas son fuente de profunda y a menudo implacable angustia emocional y espiritual. Incluso de desesperación. Muchos de los que han sufrido esta experiencia han buscado paliativos por el camino de la adicción. Otros han experimentado trastornos en las relaciones con padres, cónyuges e hijos. El sufrimiento de las familias ha sido especialmente grave ya que el daño provocado por el abuso, afecta a estas relaciones vitales de la familia.

 

Algunos han sufrido incluso la terrible tragedia del suicido de un ser querido. Las muertes de estos hijos tan amados de Dios pesan en el corazón y en la conciencia mía y de toda la Iglesia. Para estas familias ofrezco mis sentimientos de amor y de dolor. Jesús torturado e interrogado con la pasión del odio es llevado a otro lugar, y mira. Mira a uno de los suyos, el que lo negó, y lo hace llorar. Pedimos esa gracia junto a la de la reparación.

 

Los pecados de abuso sexual contra menores por parte del clero tienen un efecto virulento en la fe y en la esperanza en Dios. Algunos se han aferrado a la fe mientras que en otros la traición y el abandono han erosionado su fe en Dios.

 

La presencia de ustedes, aquí, habla del milagro de la esperanza que prevalece contra la más profunda oscuridad. Sin duda es un signo de la misericordia de Dios el que hoy tengamos esta oportunidad de encontrarnos, adorar a Dios, mirarnos a los ojos y buscar la gracia de la reconciliación.

 

Ante Dios y su pueblo expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón.

 

También les pido perdón por los pecados de omisión por partes de lideres de la Iglesia que no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso, esto lleva todavía a un sufrimiento adicional a quienes habían sido abusados y puso en peligro a otros menores que estaban en situación de riesgo.

Por otro lado la valentía que ustedes y otros han mostrado al exponer la verdad fue un servicio de amor al habernos traído luz sobre una terrible oscuridad en la vida de la Iglesia. No hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que cometen estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie, independientemente de su estado clerical. Todos los obispos deben ejercer sus oficios de pastores con sumo cuidado para salvaguardar la protección de menores y rendirán cuentas de esta responsabilidad.

Para todos nosotros tiene vigencia el consejo que Jesús da a los que dan escándalos: la piedra de molino y el mar (cf. Mat 18,6).

Por otra parte vamos a seguir vigilantes en la preparación para el sacerdocio. Cuento con los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, todos los menores, sean de la religión que sean, son retoños que Dios mira con amor.

 

Pido esta ayuda para que me ayuden a asegurar de que disponemos de las mejores políticas y procedimientos en la Iglesia Universal para la protección de menores y para la capacitación de personal de la Iglesia en la implementación de dichas políticas y procedimientos. Hemos de hacer todo lo que sea posible para asegurar que tales pecados no vuelva a ocurrir en la Iglesia.

 

Hermanos y hermanas, siendo todos miembros de la Familia de Dios, estamos llamados a entrar en la dinámica de la misericordia. El Señor Jesús nuestro salvador es el ejemplo supremo el inocente que tomó nuestros pecados en la Cruz, reconciliarnos es la esencia misma de nuestra identidad común como seguidores de Jesucristo. Volviéndonos a El, acompañados de nuestra Madre Santísima a los Pies de la Cruz buscamos la gracia de la reconciliación con todo el Pueblo de Dios. La suave intercesión de nuestra Señora de la Tierna Misericordia es una fuente inagotable de ayuda en nuestro viaje de sanación.

 

Ustedes y todos aquellos que sufrieron abusos por parte del clero son amados por Dios. Rezo para que los restos de la oscuridad que les tocó sean sanados por el abrazo del Niño Jesús, y que al daño hecho a ustedes le suceda una fe y alegría restaurada.

 

Agradezco este encuentro. Y por favor, recen por mi para que los ojos de mi corazón siempre vean claramente el camino del amor misericordioso, y que Dios me conceda la valentía de seguir ese camino por el bien de los menores. Jesús sale de un juicio injusto, de un interrogatorio cruel y mira a los ojos de Pedro, y Pedro llora. Nosotros pedimos que nos mire, que nos dejemos mirar, que lloremos, y que nos dé la gracia de la vergüenza para que como Pedro, cuarenta días después podamos responderle: ?Vos sabès que te amamos? y escuchar su voz ?Volvè por tu camino y apacentà a mis ovejas? y añado ?y no permitas que ningún lobo se meta en el rebaño?.'

 

REUNIÓN DE LA COMISIÓN PONTIFICIA PARA LA TUTELA DE LOS MENORES Y ENCUENTRO DEL PAPA CON LAS VÍCTIMAS DE ABUSOS POR PARTE DE MIEMBROS DEL CLERO

 

Ciudad del Vaticano, (VIS).- Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede , el director, Padre Federico Lombardi S.I., ha informado sobre la reunión de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores y el encuentro del Papa con las víctimas de abusos que han tenido lugar los días 6 y 7 de julio.

 

''La Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores que coordina el cardenal Sean Patrick O? Malley O.F.M Cap, y con la que colabora en ámbito organizativo monseñor Robert Oliver, se reunió el domingo, 6 de julio, en la Casa de Santa Marta y estaban presentes todos sus miembros'', comunicó el Padre Lombardi, agregando que los argumentos tratados fueron: propuestas de designación y nombramiento de nuevos miembros para integrar la Comisión con representantes de otras áreas geográficas estatutos de la Comisión, necesidad de establecer una Oficina operativa y la posibilidad de organizar grupos de trabajo sobre temas específicos con la colaboración de especialistas y otras instituciones'', aunque puntualizó que también se dedicó tiempo a la preparación del encuentro del Santo Padre con algunas víctimas de abusos programado para hoy lunes 7 de julio, por la mañana.

 

El próximo encuentro está previsto en octubre de 2014. Se espera que puedan participar en él los nuevos miembros de la Comisión.

Después se refirió al encuentro del Papa con algunas víctimas de abusos sexuales por parte de miembros del clero que tuvo lugar esta mañana ''Se ha tratado -dijo- de 6 personas adultas, tres hombres y tres mujeres, procedentes de Alemania, Irlanda y Reino Unido. Cada una estaba acompañada por un familiar u otro acompañante. La invitación al encuentro con el Papa corrió a cargo del cardenal O?Malley en diversos países a través de las estructuras con que la Iglesia cuenta para ocuparse de las víctimas de abusos sexuales''.

 

''Las personas invitadas llegaron a la Casa de Santa Marta el domingo 6 de julio, por la tarde y mientras cenaban en el refectorio, el Santo Padre pasó a saludarlas por primera vez. Esta mañana, en primer lugar el Papa ha ofrecido por ellos una Misa celebrada en la capilla de Santa Marta esta mañana a las 7.00, en la que han participado también sus acompañantes, los miembros de la Comisión y otros poquísimos colaboradores. El formulario de la Misa era el de la paz y la justicia. Durante la Misa el Papa ha pronunciado para ellos una homilía en español, de la que los asistentes tenían a disposición un texto traducido en el propio idioma. Después de la Misa ,Francisco, ha saludado individualmente a cada uno de ellos, como hace habitualmente''.

 

''Una vez acabado el desayuno, el Pontífice ha recibido, uno a uno a los visitantes con sus acompañantes en un coloquio privado y personal en una salita de Santa Marta y los encuentros han durado desde las 9 a las 12.20. Tras los coloquios -finalizó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede- los participantes han manifestado su emoción y satisfacción porque los había escuchado con mucha atención y disponibilidad. El Papa ha mostrado que la escucha ayuda a entender y a preparar el camino para volver a encontrar la confianza, sanar las heridas y abrir una posibilidad de reconciliación con Dios y con la Iglesia''.


 

LA IGLESIA NO ABANDONA A QUIEN HA CAIDO EN LA 

ESPIRAL DE LA DROGA

 

Ciudad del Vaticano (VIS).-El Papa ha recibido en audiencia a los participantes en la XXXI Conferencia Internacional contra el Narcotráfico que ha tenido lugar en Roma del 17 al 19 de junio. Francisco les ha dado las gracias por su tarea que ''enfrenta un problema de nuestra época muy grave y complejo'' , deseándoles, además que alcancen los objetivos propuestos: coordinar las políticas contra la droga, intercambiar información y desarrollar una estrategia operativa encaminada al contraste del narcotráfico''.

 

''QuIzás las acciones del tráfico de drogas son las que más rinden en el mercado y esto es trágico, ha afirmado el Santo Padre en su discurso, recordando que el ''azote de la droga sigue haciendo estragos con formas y extensión impresionantes, alimentado por un mercado turbio que traspasa las fronteras nacionales y continentales. Así, crece cada vez más el peligro para los jóvenes y adolescentes. Frente a este fenómeno siento la necesidad de expresar mi dolor y mi preocupación''.

 

''Quisiera decirlo claramente -ha proseguido- la droga no se vence con la droga La droga es un mal, y con el mal no puede haber fisuras o compromisos. Pensar que se puede reducir el daño permitiendo el uso de sustancias psicotrópicas a las personas que siguen usando drogas, no resuelve el problema. La legalización, incluso parcial, de las llamadas "drogas blandas", además de ser discutible en términos legislativos, no produce los efectos esperados. Las drogas sustitutivas, por otra parte, no constituyen una terapia suficiente , sino una forma velada de entrega al fenómeno. Quiero reiterar lo que dije en otra ocasión: No a cualquier tipo de droga. Simplemente. No a cualquier tipo de droga. Pero para decir este no, hay que decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de trabajo''.

 

''Pensemos en un joven que no tiene trabajo. Creo que la cifra ronde los 75 millones, aquí en Europa. Creo, no estoy seguro; no quiero decir algo que no es verdad. Pero pensemos en un joven ni-ni. Ni estudia ni trabaja. Entra en esta falta de horizonte, de esperanza y la primera oferta son las dependencias, entre las cuales, la droga. Esta: las oportunidades de trabajo, la educación, el deporte, la vida sana; este es el camino que lleva a la prevención de la droga. Si estos síes se hacen verdades no hay espacio para las drogas, para el abuso de alcohol, para otras adicciones''.

 

''La Iglesia, fiel al mandato de Jesús de ir allí donde hay un ser humano que sufre, que tiene sed, hambre, que está en la cárcel no ha abandonado a los que han caído en la espiral de la droga, sino que con su amor creativo ha salido a su encuentro. Los ha tomado de la mano, a través del trabajo de muchos trabajadores y voluntarios para que pudieran volver a descubrir su dignidad, ayudándolos a resucitar esos recursos, esos talentos personales que la droga había enterrado, pero que no pudo cancelar porque cada hombre está creado a imagen y semejanza de Dios''. Pero esta labor de recuperación es muy limitada. Hay que trabajar en la prevención. Hará mucho bien''.

 

''El ejemplo de tantos jóvenes que, deseosos de escapar de la dependencia de las drogas, se comprometen a reconstruir sus vidas, es un incentivo para mirar al futuro con confianza'', ha terminado Francisco animando a los miembros de la Conferencia a continuar su trabajo siempre con una gran esperanza''.